Bien es sabido el carácter viajero de Cela, que le llevó a recorrer gran parte de nuestra península buscando vidas cotidianas y personajes peculiares que inspirarán sus novelas y escritos. Muy conocido es su viaje por la Alcarria que desembocó en la creación de unas de sus principales novelas. En otro de sus viajes cruzando La Mancha en dirección a Córdoba, Cela descansó en una de las posadas que existían en Cabezarados, generando así el carácter y la personalidad peculiar de Don Hibrido García Expósito, padre del protagonista de este relato.
La cita completa dice así: “…Don Híbrido García Expósito era, de oficio, fondista retirado. Durante treinta años, o más, había tenido una fonda en Cabezarados, en tierra manchega, al pie de la sierra Gorda y no lejos de las lagunas Carrizosa y Perdiguera, y había ganado sus buenos cuartos…”. En los relatos anteriores a este, son nombrados pueblos como Manzanares, Ciudad Real y Caracuel, coincidiendo con el camino seguido hasta Cabezarados.
Este relato se titula “Doce Fotografías al Minuto”, y es uno de los escritos de Cela recogidos bajo el titulo general de “El Gallego y su Cuadrilla”. Forman parte de los llamados “Apuntes Carpetovetónicos” cargados de mucha dosis de ironía y humor. En el se recoge con desenfado, precisión y, a veces, una voluntaria crueldad, la fauna variopinta que puebla el ancho campo peninsular como: poetas cursis, barberos psicólogos, barberos voladores, pedicuras solteras, almas trasnochadas, vagabundos, maletillas, profesores de solfeo, tontos de pueblo, y hasta nuestra historia de Sansón García –socio fundador de “La Sagrada Penitencia”, Sociedad limitada de pompas fúnebres-; o de Sebastián Panadero y Sobradillo, descubridor incomprendido de la falsedad del número pi.
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